lunes, 23 de septiembre de 2013

MI GUITARRA

                                    Mi  guitarra
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    La tengo a la pobre abandonada en un rincón del cuarto.
 La miro de vez en cuando,pero no me atrevo a tocarla porque
las "musas" y mi estado de ánimo se sienten en baja-forma por
las bajas sensaciones que transmitiré al interpretar cualquier tema de los que antes me relajaban y  a diario interpretaba 
para mi recreo cotidiano.

  Hace bien poco era como un bálsamo,e incluso me animaba a 
cantar y componer canciones que al decir de los que me quieren
{sera por eso} eran como un regalo.

  Al mirar mi mano izquierda y sus dedos ya sin callos,la miro y 
siento pena porque para volver a tenerlos tendré  que retomar
el trabajo de recordar los acordes  de las canciones de antaño.

  Ayer la cogí en mis brazos, y cual amante despechada sonaba
como un quejido lastimero,oxidado y mal amado.
  ¡¡¿Que le pasa a mi guitarra,...?...¡¡¿Porqué llora entre mis brazos?!!...Sera que no la comprendo, y al  acariciarla un rato 
volvió a sonar como siempre,y me dijo..bien hallado a lo cual yo respondí con promesa de tocarla todos los días un rato.

                                                                      J.J.G.Teira
                                                                       23-09-2013  

miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL HERMANO DAMIAN

                El  hermano Damian
                                      Continuación  de MALDONADO
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        Retomamos  la historia  de  éste  infortunado  jesuita  al  que 
las conquistas terrenas delcapitan Maldonado allende los mares
no fueron mas que un cúmulo de dudas sobre la raefirmación de  su  fe cristiana, dado que los postulados de la Orden no se 
avenían con los despropósitos que en el nombre del Reino,y con
el beneplácito de la curia romana efectuaban los hidalgos y la
tropa de saqueadores  en que se habían convertido  los mismos.

   Mientras él  impartía  las enseñanzas  del catolicismo a los nativos de las nuevas tierras,y predicaba con el amor a Cristo
Salvador de almas,éstos eran esclavizados y masacrados por los colonizadores.  
      Llegando a oídos del arzobispado las desavenencias del 
clérigo con las tropas coloniales,el mismo fue llamado a consultas  por sus superiores,y así tratar de mediar en un 
conflicto con La Corona que a ninguna de las partes convenía.
      Embarcó rumbo a Roma el hermano Damian el cual fue 
recibido con gran deferencia por las altas jerarquías eclesiásticas, pero ordenaronle las mismas prudencia y mesura
en sus manifestaciones en desavenencia con La Corona.
    A duras penas, y tras no pocas abdicaciones,embarcó de nuevo rumbo a Las  Indias Orientales con su espíritu  lleno 
de zozobra y su alma llena de incomprensión y amargura.

   De nuevo en tierra, y aclamado por sus fieles, ordenado  vicario apostólico en tierras de ultramar,hizo acopio de arsenal
y de aperos de labranza, y con varias familias de nativos se adentró en la selva Amazónica,y tras dejar la "protección" de
la soldadesca  construyó  iglesias  en los poblados indígenas,y 
enseñó a cultivar la tierra a sus pobladores.
   Estando cierto día afanado en la construcción de una noria
para encauzar las aguas de un caudaloso riachuelo para regar un hermoso campo de maíz y patata vio que en los posos que el precioso liquido dejaba en la tierra cultivada aparecían aquí y
allá unas no menos preciosas pepitas doradas que sin duda eran
el objeto de deseo de los codiciosos hidalgos españoles y portu-
-gueses.

  Con el voto de silenciar tal hallazgo por sus fieles, fue haciendo
acopio de las mismas, y cuando tuvo un arcón lleno de tan preciado metal fletó  un bergantín con doce marineros fieles,y cinco esclavos con la promesa del pago de soldada y liberación
de los mismos.
   Se hizo a la mar con tan preciado botín,así como un buen 
cargamento de maderas nobles y muy apreciadas en la corte.
  Después de no pocas jornadas llenas de vicisitudes y tormentas
avistaron tierra y desembarcaron en un puerto al abrigo del llamado cabo de Finisterre.Hicieron una corta escala en el 
mismo,y sin dar cuenta de la misma pusieron rumbo al golfo de Vizcaya y en un puertecito cercano al convento de Loiola desembarcaron la preciada carga con la que construyeron la mas hermosa Basílica en honor del fundador de La Orden.
  Anciano ya el padre Damian y cercana su muerte declaró en confesión a su superior su pecado de omisión a la Corona,de la
cual fue absuelto, y pudo descansar en paz. Y reconfortado  su espíritu  hoy navega por los mares Celestiales a las órdenes de su General Iñigo de Loiola.

                                                              J.J.G.Teira
                                                               20-09-2013